dimarts, 18 de desembre del 2007

Estás contento hoy, eh.

"Las armas son una de las principales lacras de nuestra sociedad, aunque detrás de ellas están sentimientos como el odio, el fanatismo, y otros tantos, que se expresan mediante disparos que matan a miles de personas cada año. Con esos sentimientos negativos empieza todo, y las armas puestas en manos de aquellos sujetos que han interiorizado toda esa negatividad generan la violencia desmesurada que cada día podemos ver en las noticias, periódicos y otros tantos medios.
Hoy día existen alrededor de 640 millones de armas de fuego en circulación: una por cada diez habitantes del planeta. Entre el 40% y el 60% de éstas son ilegales, según estimaciones de Naciones Unidas. Cada año se fabrican en torno a 8 millones de armas de fuego nuevas; así como aproximadamente 14.000 millones de unidades de munición militar: dos balas por persona. Hay 1.135 empresas, en más de 98 países, que fabrican armas convencionales, munición y piezas, enriqueciéndose con el derramamiento de sangre de hombres, mujeres, niños y niñas que a los traficantes, fabricantes y vendedores de armas les dan exáctamente igual, ni se inmutan. En algunos de estos países los controles sobre el comercio armamentístico son casi inexistentes.
Los cinco mayores productores de armas son los Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia y China. Éstos son a su vez los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Estos cinco países que están manchados con la sangre de miles de personas son responsables del 88% de las exportaciones de armas convencionales de las que se tiene noticia. Desde 1998 hasta 2001, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia obtuvieron, por la venta de armas a países en desarrollo, una suma superior a la que gastaron en Ayuda Oficial al Desarrollo.
Estos millones de armas que están en circulación por el mundo son las responsables de la muerte de 500.000 personas cada año -300.000 en conflictos armados y 200.000 en homicidios y suicidios- lo cual muestra la gravedad de la situación. Encima los países, lejos de destruir armas viejas y excedentes de armas, la mayoría de los Estados lo que hacen es revender sus excedentes, garantizando así la proliferación siempre creciente de armas de fuego en todo el mundo. Cada año se pierden o roban una media de un millón de armas de fuego. Las fuerzas estatales pierden todos los años cientos de miles de armas de fuego que acaban en manos de delincuentes y rebeldes".